Viento

… limpia y ensucia …

Ya llevo dos semanas saliendo a andar (a buen ritmo) tres días por semana. Era uno de mis nuevos propósitos. Mi cuerpo lo necesita, y mi mente también.

No me suelen gustar los días con viento. Me aturden mucho y me ponen la cabeza un poco loca. Y la cuestión es que vivimos en un sitio donde cuando no es de levante es de poniente, y casi siempre nos acompaña.

Hoy cuando he salido a andar me lo he encontrado haciendo de las suyas, moviendo todo lo que hay en la calle, árboles, plantas, hojas, papeles, … de todo. Ha sido entonces cuando he empezado a pensar sobre los efectos de este viento en las calles. Hay calles que han sido limpiadas de hojas, ramas y demás, por el viento, y otras en las que se ha ensuciado por el viento también. Tiene un doble efecto. También sobre las personas un viento te puede enturbiar la cabeza y una brisa cerca del mar te la despeja. Efectos contrarios de una misma causa, porque cada uno de nosotros los vivimos de forma diferente. Las cosas de la vida. Igual te limpia el ambiente, igual te levanta el polvo.

Viento … movimiento sin moverte …

También el viento genera movimiento de las cosas que nos rodean. Se mueven los árboles, curiosa paradoja para unos seres que están anclados al suelo. Se mueven las aves, a veces a sitios donde nunca quisieron volar.

El movimiento genera cambio, genera acción, genera contradicción. Esto es necesario para la vida, para el ánimo de cada uno de nosotros. Cambiar y salir de tu zona de confort (esto está muy de moda ahora), hace que veas el mundo diferente y hace que tu mente tenga que recolocarse, readaptarse al cambio, te hace más creativo, más flexible ante las situaciones que te lleguen.

También la acción, la actividad es muy importante. Tengo peores pensamientos, me duele todo más cuanto menos me muevo, cuanto menos cosas hago. Y la cuestión no es hacer por hacer, sino hacer porque necesitas hacer lo que haces (vaya juego de palabras).

La contradicción del movimiento es debido a la inestabilidad que provoca en nosotros, y es necesario para valorar cuales son los valores y principios que hacen mantenerte estable. Es necesaria la contradicción para generar certezas, aunque parezca una contradicción (otro juego de palabras).

Después de tanto reflexionar (mientras iba andando), he tenido la suerte de encontrarme un árbol que representaba esto del viento sobre lo que andaba pensando. Un árbol con sus ramas torcidas por la fuerza del viento, ayudado a dejar caer sus últimas hojas por el viento que soplaba; y me ha servido de inspiración. Y como hago últimamente, plasmo en mis dibujos lo que vivo, lo que pienso, lo que siento; me he vuelto muy «expresionista» (gracias Edvard Munch).

Aquí os traigo la creación que he hecho, expresando el movimiento, el viento, la velocidad, cosas que pasan y que nos sirven para reflexionar y enriquecernos.

Gracias a tod@s por leerme y ¡Ánimos!!!