Siempre en la memoria

No debemos descansar si hay personas en este mundo que siguen quitando la vida, los recuerdos, los hogares, a otras personas por la razón que sea. Nada justifica la guerra. Seguimos sin aprender de nuestra historia (reciente y antigua). Hay que habilitar otras formas y estrategias para evitar siempre la guerra, y ser sensibles para poder tener siempre en la memoria a los pueblos que sufren las consecuencias de éstas. Todo diálogo tiene siempre partes enfrentadas pero no tienen porque ser excluyentes, podemos instaurar mecanismos que hagan posible que se minimicen esos enfrentamiento, estableciendo tiempos, espacios, decisiones en las que cada vez ceda una de las partes, o la otra o lleguemos a acuerdos (no siempre es necesario).

Ya llevamos 1 año, 1 mes y 12 días del momento en el que estalló la guerra de Ucrania. País libre y soberano que es reconocido por todas las naciones mundialmente. Han sido y siguen siendo muchas las personas que nos han dejado (por muerte, heridas, desplazamientos, etc.) y que han sacrificado sus vidas por la falta de diálogo, por la falta de entendimiento, por imponer a la fuerza los argumentos y no hacer que los argumentos sean realmente la fuerza del diálogo.

Si como responsable de un país, con mis actitudes y comportamientos, soy el autor de estas consecuencias nefastas de la guerra no debo de estar habilitado para gobernar un país, y esto, los ciudadanos debemos de exigirlo de nuestros gobernantes.

No entiendo de política exterior, y tampoco es un tema que me apasione, pero lo cierto es que no podemos perder las enseñanzas de nuestra historia, debemos de tener eso siempre en la memoria, no olvidarnos. El ser humano ha llegado a conseguir los éxitos que tiene en muchos campos gracias a que ha ido acumulando conocimientos que nos han llevado a nuevos aprendizajes y descubrimientos. Esto es la base del progreso y la evolución humana. Conseguir en que cuestiones invertir y que desechar es una toma de decisiones sencilla pero que se nos olvida constantemente.

Por eso hoy os traigo una pintura que me ha hecho tener siempre en la memoria al pueblo ucraniano. Es una pintura muy sencilla en la que combino los colores de la bandera de Ucrania, pero de fondo y de manera informal. Para el plano principal he estado buscando una cara expresiva pero algo neutra, que no sólo represente a hombres o a mujeres, una cara algo andrógena y encontré una pequeña escultura (en realidad es una máscara) del conocido escultor Auguste Rodin (os enlazo aquí para más información).

Es una cara de una actriz japonesa llamada Hakano (os pongo aquí otro enlace a su historia). Lo cierto es que quitando las partes del tocado y de la barbilla y centrándonos sólo en los rasgos principales de la cara, la expresión podemos entender que puede ser de hombre o de mujer, y por este aspecto la elegí como modelo, por que quiero expresar que las guerras no son una cuestión de géneros, de sexos, de banderas o de territorios; la guerra es algo que no deberíamos de repetir nunca por que tenemos en nosotros y nosotras siempre en la memoria sus consecuencias.

Espero que os guste la reflexión y muchos ánimos, en especial al pueblo ucraniano y los miles de refugiados y personas que están sufriendo las consecuencias de esta guerra. Ánimos!!!!

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