Culto al cuerpo

Michelangelo Buonarroti o conocido como Miguel Ángel (os pongo un enlace por si quieres saber más) fue un enamorado del cuerpo humano. Excepcional pintor y escultor. Fue en esta disciplina (en la escultura) en la que destacó más notablemente. Su permanente culto al cuerpo en las expresiones de sus obras tanto en pintura como en escultura era su principal manifestación. Magnífico conocedor del cuerpo humano, era capaz de representarlo de forma magistral. Uno de mis artistas favoritos, por su vida y por su obra.

Hoy en día el culto al cuerpo se expresar en musculaciones mastodónticas en los gimnasios, incipientes cantidades de dinero invertidas en el cuidado del mismo como si fuera un Dios al que rendir cuentas, grandes momentos de tiempo dedicados a observarse frente al espejo, en la decisión de la ropa adecuada, del corte de pelo perfecto, de la expresión de la cara transformada por el botox, la cirujía o las cremas. Un culto, quizás, no a lo que uno es, sino a lo que le gustaría o quisiera ser. Pero vamos cada cual es libre de invertir su tiempo y su dinero en lo que considere, aunque esto sea la expresión de algo efímero y sin profundidad.

Miguel Ángel como apasionado del cuerpo humano dedicó su vida a plasmarlo en sus obras con la máxima perfección, estudiaba incansablemente los gestos, los músculos, los cartílagos, las formas, los tamaños de algún cuerpo efímero para hacer de ellos, en sus obras, algo que perdure en el tiempo, que la creación transcienda al creador.

Y todo esto porque estando en casa, en un momento de tranquilidad, me he mirado los pies y les he dado las gracias por que me han llevado a muchos sitios, han soportado mi peso cambiante, han permitido que corra cuando lo necesitaba o para disfrutar haciéndolo. Grandes compañeros de viaje que vemos todos los días, que limpiamos y cuidamos de manera automática pero a los que no rendimos un poco de agradecimiento por habernos ayudado tanto en nuestra vida. Y el resto del cuerpo… pues también podría hablar grandezas de cada una de sus partes. Aunque la tendencia, muchas veces, es resaltar lo negativo (la enfermedad), en este caso quiero traer la gratitud hacia un cuerpo que ha rendido (y seguirá rindiendo) un servicio genial a mi persona. Y va a seguir haciéndolo, para lo que debo cuidarlo, mimarlo y quererlo.

Son diferentes cultos al cuerpo, cada uno en esencia tiene un objetivo diferente. Lo importante es cuidarlo, respetarlo y pensar que hay sólo uno. Ayudar a los demás a que acepten las circunstancias especiales de cada fase de tu vida de tu cuerpo. Esto es duro por las transformaciones que van sufriendo los mismos y por los deterioros consecuencia de la enfermedad o la edad. Pero aún así, tenemos que cuidarlo y amarlo, para respetarlo y hacer que funcione lo mejor posible. Que como una máquina este al día, bien lubricada, bien calibrada, con la ITV a punto.

A veces las cosas que ayudan a nuestro cuerpo suponen un esfuerzo, como la buena alimentación o el ejercicio o el descanso. Pero hay que ayudarlo a que esté mejor, a que esté a punto, preparado para la vida, que sea un facilitador más que un entorpecedor de nuestro desarrollo como persona.

Por todo esto, os traigo hoy un pequeño video del proceso que seguí para dibujar una de mis obras artísticas predilectas (de Miguel Ángel Bounarroti) que es la escultura del David que podemos contemplar en la Accademia Galería en Florencia (os pongo enlace). Espectacular escultura de David bíblico que preside el centro de esta Accademia y que estuvo diseñada para decorar la plaza de la Señoría de Florencia (os pongo enlace). Es una obra que manifiesta espectacularidad mires el detalle que mires. Yo me he quedado con la cabeza, con la expresión del David, con esa mirada lejana y profunda. También os pongo el resultado final de la pintura.

Gracias por leerme y ánimoss!!!

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