En esta semana el tema de la memoria en diversas versiones y contextos se ha repetido persistentemente.
Empiezo por el trabajo. Ya estamos finalizando el curso. Y una de las labores más importantes es la realización de la memoria de todo lo trabajado durante el presente curso. Nos sirve para reflexionar sobre lo trabajado, los logros conseguidos, las dificultades encontradas y realizar propuestas de mejora para el próximo curso.
Hay que invertir un tiempo en memorizar (yo tengo muy mala memoria, pero me esfuerzo y apunto para no olvidar). Tengo algún alumnado que también tiene mala memoria (es normal, nos pasa a tod@s) y en las encuestas de satisfacción no valoran todo el trabajo que se ha hecho durante el curso, o sus valoraciones no son constructivas. Esto creo que hay que intentar dialogarlo antes de llegar a extremos. Pero bueno, de todas formas cada uno se posiciona, aunque sea detrás del telón del anonimato.
Volviendo a lo mismo, me voy a quedar con las críticas constructivas de mi alumnado, con los progresos que han manifestado, con el buen rollo generado en mis clases, con lo que valoran como modificable y propuestas de mejoras razonables y sensatas. Gracias por ello.
También en mi centro (CEPER Trece Rosas), en el plan de Patrimonio, hemos realizado esta semana una visita a la Fundación Caballero Bonald. Hace ya tiempo que la habíamos incluido como uno de los sitios relevantes para visitar dentro del Patrimonio Literario que impartimos en nuestro centro. Creemos que es muy importante la figura de José Manuel Caballero Bonald, no sólo porque era nacido en Jerez de la Frontera, sino por su renombre a nivel internacional en el campo de la literatura, tanto en poesía como en narrativa.
En esta visita nos atendieron muy amablemente tanto Josefa Parra (Coordinadora de Proyectos de la Fundación) y Ricardo Rodríguez. Entre los dos fueron explicándonos todo lo relativo a la Fundación Caballero Bonald y a la vida y obra de José Manuel Caballero Bonald. Estuvo muy interesante. Entre las cosas de las que nos hablaron sobre Caballero Bonald fue sobre uno de los ejes de la literatura del mismo y es la memoria, es traer al recuerdo situaciones y aspectos vividos y ordenarlos y a veces si no los recuerdo inventarlos. Es maravilloso. Retomo palabras del propio Caballero Bonald sobre la memoria:
“Nadie sabe cómo funciona, cómo se activan sus mecanismos, por qué se almacenan datos que uno preferiría olvidar y se olvidan cosas de las que uno quisiera acordarse siempre. ¿En qué momento sale a flote un recuerdo perdido y a santo de qué uno se apropia de recuerdos ajenos? [.] Una cuestión muy enigmática, muy incomprensible; la memoria, lo mismo es un alivio que un lastre. Por eso yo no podría escribir ni una línea si perdiera la memoria.”
José Manuel Caballero Bonald
Recuerdo que durante la realización del Master Universitario de Igualdad y Género que realicé en 2015, tuve que trabajar mi memoria sobre experiencias familiares con mi padre (yo perdí a mi padre cuando tenía 10 años) y también sobre mi madre y hermanos. Fue un ejercicio bastante complejo, difícil y que me llevó mucho tiempo y esfuerzo. No es fácil recordar (por lo menos para mi).
A esta sociedad también le cuesta recordar y no olvidar la historia. Esto me lo comentaron el otro día unas alumnas y alumnos míos después de ver los resultados de las Elecciones municipales. Somos muy dados a olvidar y a correr un tupido velo sobre la historia, que pienso que tendría que poner a cada uno en su lugar.
Buscando inspiración sobre la memoria he descubierto un método ancestral para trabajar la memoria y ayudarnos a recordar. Es el método de loci. Os expongo lo que he encontrado sobre él en wikipedia:
El método de loci, también denominado palacio de los recuerdos, es un método mnemotécnico que se utiliza para entrenar la memoria humana.
El método consiste en imaginar un itinerario compuesto de un cierto número de lugares en un entorno familiar (por ejemplo, imaginar un recorrido por una casa en que la persona haya vivido), e imaginar los conceptos que se quiere recordar como objetos dentro del itinerario imaginado.
Por ejemplo, si se desea recordar una lista de productos para comprar en el supermercado, puede imaginar esos productos en uno o más lugares de la casa imaginada; una vez en el supermercado, puede recuperar la lista al recorrer imaginariamente la casa y visualizando los objetos “colocados” allí anteriormente.
Wikipedia – Enciclopedia libre
Uno de los personajes que utilizó y promulgó este método fue el político, filósofo y escritor Cicerón. Y como me gusta mucho la práctica de dibujar esculturas como ya compartí con vosotras y vosotros en otro artículo (aquí os pongo el enlace). Me he buscado una de Cicerón para poderla pintar y compartirla aquí.
Está realizada en papel Bristol de la marca Strathmore. Lo he dibujado con grafitos Faber-Castell. Tamaño 25 x 19 cms. El resultado es sencillo.
Muchas gracias por leerme y ánimos!!!!
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Vaya, vaya, la verdad es que la memoria es algo muy importante, a menos para mí, y que cada vez noto que se me va emborronando…..
Con respecto a tus reflexiones, me han parecido interesantes y las comparto. Gracias.