Pues nada, hay que continuar curándose (que me curen) el dedo del pie. Toca tirar de paciencia. No queda otra. Ya hace más de un mes de mi intervención y la herida va mejor, pero recuperándose de forma muy lenta. He tenido suerte que el equipo de enfermería de consultas externas del hospital que me está atendiendo es excepcional y también tienen la paciencia como una de sus aliadas.
Hablando de paciencia, tengo en mi casa un gran ejemplo de ello. Mi pareja me ha demostrado durante el transcurso de los años el valor de la paciencia para constituirte como mejor persona y como base para conseguir tus objetivos en tu vida. Tener la suerte de poder aprender de ella y ser modelo de esto en casa y en las interacciones entre tod@s es muy importante.
También es bastante normal para nosotros (para mi pareja y para mi), el trabajarnos mucho la paciencia por motivos profesionales. Además es muy básico para poder conseguir objetivos educativos con nuestro alumnado, trabajar mucho la paciencia y observarte y evaluarte en los momentos de trabajo, para poder modificar y seguir creciendo en nuestra paciencia.
No es un valor en auge (la paciencia). Mas bien es un valor muy infravalorado (valga el juego de palabras). Un valor al que nuestra sociedad que busca siempre respuestas inmediatas, no concibe como importante sino más bien como algo negativo.
A mi personalmente, gran parte de mi alumnado me ayuda a trabajar constantemente mi paciencia y esto es de agradecer. Te hace madurar, ser más agradable y empático con los demás, hacer lo posible por solucionar los problemas y no por dejar pasar. Esto me hace cambiar y crecer mucho.
En otros artículos de mi blog os he hablado de las tres ‘pes’. Yo personalmente, en mi vida incluiría la cuarta pe de la paciencia. O sea ya serían cuatro: Práctica, perseverancia, pasión y paciencia. Voy adjuntado más valores a mi argumentario vital, a mis opciones fundamentales.
Os traigo hoy una creación artística inspirada en una fotografía tomada por mi hermano, Carlos Grande, de su libro ‘Nueva York Escenario infinito’. Es un libro sobre fotografías realizadas en la ‘gran manzana’ durante los diferentes viajes realizados por mi hermano a la ciudad neoyorquina. Mi hermano es un excepcional fotógrafo y como tal también hace uso de la paciencia para implementarla en sus trabajos.
Como os digo la creación artística es sobre una foto de este libro en la que aparece un perfil femenino detrás de un paraguas decorado con mariposas y la protagonista tiene tatuajes en su brazo visto de diferentes estrellas. La foto la tituló mi hermano ‘Estrellas y mariposas • Octava Avenida’. Yo he elegido para realizar mi obra una parte de dicha fotografía en la que me centro en el personaje de las estrellas y las mariposas..
Ha sido un trabajo de paciencia que me ha llevado bastantes horas de trabajo en la que ha ido madurando el dibujo lentamente con sucesivas capas y diferentes detalles. Me ha encantado hacerlo, lo he disfrutado muchísimo. La paciencia tiene su placer en la consecución del objetivo final.
Os pongo, el resultado final y un pequeño video del proceso.
Está hecho en papel de acuarela Arches de grano satinado. Le di un pequeño entintado de color gris al papel y solamente he usado grafito para el dibujo. Tamaño 41 x 31 cm.
Gracias por leerme y ánimos!!!!.
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Buenos dias Luis:
Pues si la paciencia es una virtud que tenemos que hacerla nuestra en el día a día, a igual que las demás «p» que citas, y en cuanto a tu pie, pues como dice un gran amigo mio, «poco a poco», lo importante es que mejora.
Un saludo, y a disfrutar de este tiempo de descanso con la familia.
Paqui Pérez